Mucha gente se plantea añadir a su formación universitaria algún tipo de conocimiento sobre negocio, empresa o gestión. Ya sea por ganas de emprender, crecer dentro de una organización en cuanto a responsabilidades o simplemente entender mejor cómo aportar a una organización desde otro punto de vista. El PDD (Programa de desarrollo directivo) del IESE Business School suele ser una de las opciones que aparecen encima de la mesa cuando buscamos cómo mejorar en estos aspectos. Debido a su alto coste, surge la pregunta, ¿vale la pena realmente el PDD del IESE?. Os cuento mi caso personal y mi visión en este artículo.
PDD son las siglas de Programa de Desarrollo Directivo. Se trata de una formación ejecutiva (un título propio) dentro del catálogo educativo del IESE, que se divide en programas de máster (oficiales), programa de doctorado y formación ejecutiva. Esta última engloba tanto programas de duración media como el PDD, así como formaciones enfocadas que suelen durar días o pocas semanas, y cuyo público objetivo son aquellos profesionales que ya cuentan con experiencia laboral.
El PDD es, posiblemente, una de las formaciones más conocidas de las que se imparten en el IESE, junto con el PADE y el MBA. El PDD está orientado a profesionales con cargos de responsabilidad, pero que no están todavía necesariamente en el nivel de alto directivo, para los cuales el PADE es el más adecuado. Podemos decir que el PDD es como una versión reducida del MBA, y con una exigencia y coste menor.
En circunstancias normales, un PDD suele durar unos 7 meses, y al ser una formación bastante popular se puede cursar en varias ciudades de España. En cuanto a precio, el PDD ronda los 28.000 € (a fecha de 2022), lo que viene siendo un coste similar a otros programas más caros como el MBA, pero que al ser de menor duración reduce su precio en comparación. Yo hice mi PDD en el año 2020, justo un poco antes de empezar la pandemia, y lo terminé a finales del mismo. ¿Existen otros programas similares fuera del IESE?
De forma muy resumida, dado que no es el objetivo de este artículo, decir que sí existen formaciones similares en ESADE, IE y en otras escuelas de negocio tanto públicas o privadas, aunque no tienen la reputación que conlleva un PDD. En el IE encontramos el AMP (Advanced Management Program), y en ESADE el PMD (Programme for Management Development) o el AMP (Advanced Management Programme).
La experiencia de compañeros que han estado en algunos de estos programas, y que también han hecho el PDD en el IESE, es que este último les supera en exigencia, contenido y calidad, aunque your mileage may vary.
Como he comentado anteriormente, el PDD es una formación centrada en el conocimiento empresarial y de organizaciones para directivos medios o con pocos años de experiencia en puestos de toma de decisiones. Esto hace que la mayoría del contenido sea similar a nivel conceptual a lo que podemos encontrar en un MBA o en una formación similar.
El PDD está compuesto, a fecha de 2020-2021, de las siguientes materias:
Algunas de las materias, dado su importancia dentro de la gestión empresarial, constan de dos módulos por cada una de ellas. Es el caso, por ejemplo, de Dirección de personas.
Bajo mi punto de vista, no hay prácticamente ningún contenido que no haya usado en mi carrera desde que tuve la oportunidad de hacer el PDD. Todas y cada una de las materias, temáticas tratadas en cada caso, o debates en clase me han servido para enfrentarme a alguna situación profesional. De hecho, también he tenido la oportunidad de hacer la formación sobre Management 3.0, y prácticamente todo el contenido tratado lo pude ver de una u otra forma en el PDD, salvo los talleres más prácticos. Con esto quiero hacer hincapié de que, tanto el contenido como el claustro, están bien formados y actualizados sobre las tendencias y el estado del arte de la gestión.
Desde la perspectiva de una persona con formación de ingeniería (informática en mi caso), creo honestamente que el contenido es de muchísimo valor. El soporte que te da sobre entendimiento de negocio, situaciones, estrategias, tácticas, y muchas otras cosas, lo considero esencial para emprender, navegar en la incertidumbre de una organización de producto tecnológico, y poder hacer mejor tu trabajo. Además, teniendo un rol de manager, esto se hace aún más evidente todavía.
El IESE sigue el conocido como método del caso para todas sus sesiones. Este método consiste en varias fases:
De forma resumida, el método del caso lo que exige al alumnado es la preparación previa tanto de la teoría como de la práctica, siempre encuadrado en un caso concreto de una situación empresarial u organizativa. Por ejemplo, en Dirección de operaciones, el primer caso que vemos es un clásico de la Harvard Business School, el caso del Benihana. En él aprendemos por qué los cambios en la operativa del restaurante tenían un impacto directo en los resultados del mismo, tanto en tiempo de proceso, stock, o producto a ofertar.
Las clases del PDD se organizan en grupos, y el IESE siempre busca que sean lo más diversos posibles, especialmente en los roles y sectores de donde proviene cada integrante del mismo. El debate previo, que exige preparación por parte de todas las personas del equipo, es superenriquecedor y genera un vínculo muy especial, donde acabas siendo capaz de simular una especie de consejo de administración o gremio directivo.
La repetición, junto con esta metodología, hace que parte de la metodología ayude a hacer callo en el aspecto más operativo de la gestión. Aprendes management practicando, a la vez que te empapas de teoría y ejercicios concretos.
Desde el punto de vista de un informático, debo decir que estar en un equipo con gente del ámbito de gestión sanitaria, marketing online, retail y biología me aportó una visión y perspectiva con la cual no estamos acostumbrados a contar cuando todo el mundo tiene la misma formación (y muchas veces, los mismos sesgos y problemas).
Todo esto ocurre, en la mayoría de los casos, durante un día intensivo cada semana. En mi caso, dado que hice el PDD en Barcelona, fueron todos los viernes (y unos cuantos sábados), donde de 9 a 19 teníamos clase de forma continuada. Esto implica siempre contar con el apoyo y el compromiso de tu empresa para que puedas dedicar ese tiempo a formarte. En mi caso, siempre estaré agradecido a Ramón y a Isabel que me apoyasen para poder tener esta dedicación.
Cuando llegas al campus (o allá donde se imparta el PDD si no es Madrid o Barcelona), el IESE tiene absolutamente todo preparado al milímetro. Cuentas con desayuno, comida y merienda sin coste extra, además de todo el contenido para el siguiente día impreso y preparado a la salida. Cualquier recurso imaginable siempre está preparado y a disposición del alumnado (y de los profesores también) para que todo fluya sin problemas. En cuanto a gestión de operaciones, es un auténtico lujo ver cómo tienen todo preparado.
El IESE, además de las operativas de cada sesión, se encarga de generar actividades sociales para que se creen vínculos entre la clase, y la clase y la facultad. Hay mucho networking, y del IESE han salido muchos proyectos fruto de este tipo de colaboraciones. Una parte de su éxito se centra en ser capaces de juntar y filtrar al alumnado para que esto ocurra.
Este es uno de los puntos más top con diferencia. El nivel de excelencia del claustro es máximo, y además cuentan con académicos muy reputados, pero a su vez también con profesionales reconocidos de diferentes industrias. La mayoría del cláustro ha pasado o sigue haciendo investigación en escuelas de negocio o universidades como Harvard, Stanford o UPenn. Los que provienen del mundo profesional, la mayoría han pasado por el IESE para MBAs, doctorados o PDDs.
Para mí fue un lujo contar con profesores que trabajan en empresas como Apple o Microsoft, pero también con académicos como el doctor Jaume Ribera, que fue el introductor de Eliyahu Goldratt en nuestro país. Todas las personas que enseñan en el IESE lo hacen con una dedicación total, y eso se nota en las clases. Hasta una materia densa como contabilidad acaba siendo apasionante cuando la imparte el profesor Antoni García Prat.
Como he comentado anteriormente, el IESE hace un filtrado para acceder al PDD. En general, el requisito mínimo es una combinación de formación universitaria (aunque con excepciones para emprendedores), años de experiencia laboral y posición en tu empresa. Harás una entrevista con una persona del IESE y, si todo va bien y cumples los requisitos, serás admitido en el programa.
El coste del PDD ronda los 28.000 € (a 2022) por unos 7 meses de formación. Además, hay que tener en cuenta los desplazamientos en caso de que no tengas el campus en tu ciudad o que el IESE no haga el programa en ella. En mi caso, los costes de desplazamiento, alojamiento y transporte al ir de Mallorca a Barcelona, fueron de unos 1.800 € en total. Recomiendo encarecidamente llevar un control de costes para poder planificarse, pero creo que al estar obligado a volar para llegar a tiempo, es posible que este coste sea inferior si vives en la península.
Como método de financiación, muchos compañeros contaban con partidas dedicadas en su empresa (que conlleva muchas veces una cláusula de permanencia), descuentos al pasar el coste directamente al presupuesto de formación, y otros. En mi caso, simplemente tiré de ahorros y de un crédito personal que me dio mi banco.
¿Es una formación cara? Sin duda. Pero si te lo planificas bien, puede cambiar tu carrera profesional. Mi consejo es comentar la situación con tu empresa y plantearse el estar un mínimo de tiempo a cambio de una financiación, siempre que sea posible. Aunque no era mi caso en el momento que hice el programa, muchas empresas de informática ofrecen un presupuesto de formación que puede ser un buen punto de partida.
Una vez llegados hasta aquí, voy a intentar contestar esta pregunta. Bajo mi punto de vista, y en mi situación personal, la respuesta es un rotundo sí. Gracias al IESE pude tener un impacto inmediato en la organización donde estaba trabajando en aquel momento, y sigo aplicando y teniendo en cuenta cosas sobre lo aprendido allí hasta el día de hoy.
Quiero hacer un énfasis en mi situación personal, porque en mi caso ejerzo el rol de engineering manager, y creo que no es imprescindible para ser un buen manager, pero sí considero que te va a dar muchas herramientas que suelen estar fuera del circuito de formación de managers de tecnología, como puede ser todo lo relacionado con la gestión empresarial, estrategia, toma de decisiones y demás.
La pregunta que hay que hacerse es si se quiere seguir por un camino más directivo u otro puramente técnico. Para este último, posiblemente no valga la pena. Pero si te planteas emprender en algún momento, o dar el salto y crecer en roles de liderazgo, sacarás muy buen provecho del PDD.
Habiendo visto qué es el PDD, cómo se trabaja, y si puede ser una formación de impacto, hay otras cosas que creo que vale la pena destacar para poder tener más información y tomar una decisión.
El IESE es el centro de enseñanza superior de la Universidad de Navarra, centrado en la formación empresarial y de negocios. Es el business school de la UNav. Esta institución pertenece a la prelatura del Opus Dei, y se trata de una universidad privada. En todo momento desde el IESE se tiene transparencia total con este hecho, y además hay una sesión específica opcional para concer más sobre la institución. El cláustro es diverso y abierto a nivel general, y en todo momento pude charlar de cualquier tema en total confianza y seguridad.
Aunque la mayoría de las personas que hacen esta formación están muy motivadas, es posible que haya gente que ha tenido que ir por cierto compromiso o que no tiene la misma dedicación que el resto. Simplemente ocurre y hay que lidiar con ello, como en cualquier otra formación. No por pagar más la gente siempre está mucho más motivada.
Aprovechar el PDD depende casi al 100% de cada persona, por lo que mi recomendación es darlo absolutamente todo durante los meses que dure la formación. Para ello hay que contar principalmente con el apoyo de la familia de cada uno, y saber que vas a comprometer todas las tardes y fines de semana durante unos meses. Como he comentado, el PDD es una formación ejecutiva, y como tal no tiene examen o prueba. Aún así, el personal del IESE está siempre velando por que la dinámica de la clase no se pierda y de presar ayuda a quien se queda atrás. Tú decidirás el provecho que quieras sacarle a la formación.
Como me gustan los aspectos más costumbristas, hay un par de cosas del IESE que creo que no hay que perderse bajo ningún concepto:
Espero haber aportado algo de luz para cualquier persona que esté pensando en si vale la pena hacer el PDD o no. A modo muy resumido, yo digo que sí vale la pena, pero siempre y cuando quieras desarrollar o mover tu trayectoria profesional hacia la gestión o el emprendimiento.
Si tienes cualquier duda puedes encontrarme en me [at] alvaromb.com y te contesto cualquier pregunta que puedas tener.